Necesito gritar, y no puedo. Necesito llorar y me avergüenzo. Necesito desahogarme y no lo consigo. Quiero gritar al mundo todos sus defectos, llorar hasta que no me queden lágrimas para hacerlo, desahogarme hasta que las palabras que deseo se conviertan en hechos. Necesito que este mundo sea justo, y que esta sociedad sea comprensible. Escribo por miedo a gritar.

Leti

Esto que escribe nació la noche de 11 de Febrero. Mi nombre es Leti, bueno, Leticia, pero llamadme Leti, por favor. Tengo trece inviernos. Mi edad mental no se sabe, hay momentos que dos años y momentos que más de dieciocho. Si hay algo que ha marcado mi vida ha sido Mario Bros, ya que desde muy, muy pero que muy pequeña jugaba con la consola de mi hermano. No considero la música como algo vital, pero sí bastante necesario. Agarro de los mofletes a la gente. No he mirado a un tuerto, no me ha mirado a un gato negro, no he pasado por debajo de una escalera, pero soy una de las personas con menos suerte que conozco.
Los sueños de cada una de mis noches se han ido esfumando. Los que recuerdo, la mayoría son pesadillas y el resto, imposibles de hacer realidad. Odio planear, pero todo lo planeo. Todo lo que planeo sale al contrario.
Cuando me aburro, leo los diarios de cuando era pequeña, una niña inconsciente, con letra redondeada, con buena caligrafía y ortografía que ni se iba a imaginar lo que la esperaba en el futuro que sin darme cuenta se ha convertido en presente.
Pienso que la distancia es sólo una trampa que separa físicamente dos personas moralmente unidas.

                                              Saber encajar las derrotas también es vencer. -Mägo de Oz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario